Un verdadero líder tiene la confianza para estar solo, el coraje para tomar decisiones difíciles y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. Él no se propone ser un líder, sino que se convierte en uno debido a sus acciones y la integridad de su intención.
Douglas MacArthur.
En la encrucijada de la Cuarta Revolución Industrial, la inteligencia artificial (IA) emerge como protagonista. A la cabeza de esta revolución se encuentra Estados Unidos, con el 40% de sus empresas inmersas en el universo de la IA, respaldadas por una inversión gubernamental que supera los mil millones de dólares.
Pero ¿qué implica este liderazgo global y qué desafíos y oportunidades se presentan?
Con gigantes tecnológicos como Amazon, Google y Microsoft, Estados Unidos lidera la investigación y desarrollo en IA. Los salarios astronómicos para expertos en este campo y la inversión gubernamental respaldan su posición de liderazgo. Sin embargo, una brecha significativa se revela al comparar la conexión entre recursos académicos y el sector público en Estados Unidos y América Latina.
El mercado mundial de IA se proyecta alcanzar 1,35 billones de dólares en 2030, con China emergiendo como líder global con una participación del 26.1%. Pero, ¿cómo afectará este crecimiento al compliance y las regulaciones en constante evolución?
La IA ofrece a las empresas beneficios palpables, desde la automatización de tareas hasta la reducción de costos. Más del 50% de los ejecutivos informan un aumento significativo en la productividad. No obstante, este avance no está exento de desafíos, especialmente en términos de compliance y ética.
El impacto de la IA en la fuerza laboral es innegable, con la automatización amenazando la existencia de empleos completos. Se prevé que más de 20 millones de empleos en la manufactura se pierdan para 2030. Aunque este cambio ha generado preocupación, el balance entre pérdida y creación de empleos sugiere un panorama más complejo y optimista.
A medida que la IA avanza, surgen desafíos éticos y de cumplimiento. La encuesta de NewVantage Partners revela que el 91% de las organizaciones líderes invierten en IA. ¿Cómo garantizar que estas inversiones se alineen con regulaciones en constante evolución?
Mientras fenómenos globales como ChatGPT atraen a millones de usuarios, América Latina aún lucha por integrar recursos académicos y sector público para desarrollar centros de IA. La diversidad en la adopción de tecnologías en Colombia destaca la necesidad de estrategias de compliance adaptadas a realidades locales.
La IA implica desafíos y oportunidades, con Estados Unidos a la vanguardia. Sin embargo, es esencial que todos los países aborden la conexión entre academia y sector público para avanzar en la era de la IA de manera ética y conforme a las regulaciones. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la IA beneficie a todos, manteniendo la integridad y el cumplimiento normativo? Esta es la pregunta clave que debemos abordar para garantizar un futuro equitativo e innovador.
Hagamos que suceda.
Adriana Peralta
#martesdecompliance