Diciembre llegó y con este mes, el olor a ponche y a convivios navideños. Las posadas laborales sin duda alguna son una gran oportunidad para fortalecer los lazos entre compañeros de trabajo, celebrar los logros del año y promover un ambiente positivo dentro de la organización. Sin embargo, es importante que estas celebraciones se alineen con los principios de integridad, ética y cultura de cumplimiento que sustentan a tu empresa.
La integridad se debe reflejar en cada interacción, asegurando que todos los compañeros se sientan respetados y valorados. Es esencial que la cultura de cumplimiento esté presente, estableciendo normas claras que orienten el comportamiento esperado durante estas celebraciones. Esto no solo ayuda a prevenir conflictos, sino que también refuerza la importancia de la responsabilidad y el respeto mutuo en el trabajo.
Si no se manejan adecuadamente, estas reuniones pueden salirse de control y generar conflictos o problemas posteriores, donde todos pueden acabar perdiendo. Por lo tanto, a continuación, te presento las 10 reglas clave para garantizar una posada exitosa y en armonía, fomentando un espíritu de inclusión y respeto, en el marco de un ambiente laboral ético y saludable.
- Definir un propósito claro para el evento: Establece que el objetivo principal de la posada es celebrar en un ambiente respetuoso y amigable. Esto ayuda a mantener un enfoque positivo y profesional.
- Establecer un código de conducta: Recordar a los asistentes que las normas de comportamiento del trabajo también aplican en la posada. Evitar comentarios inapropiados o actitudes que puedan generar malentendidos es fundamental. Mientras todos estén mejor portados, mejor se la pasarán.
- Limitar el consumo de alcohol: Si se incluye alcohol, establecer límites claros y opciones alternativas, como bebidas sin alcohol, para fomentar un consumo responsable. Sabemos perfectamente que el alcohol siempre ayuda pero en estas ocasiones, menos es más.
- Seleccionar un lugar adecuado: Optar por un espacio que permita un ambiente relajado, pero profesional, que no se preste a excesos ni incomodidades.
- Fomentar la inclusión: Asegurarse de que todas las actividades sean accesibles y respetuosas de las creencias, culturas y preferencias de los empleados. Que en tu posada navideña todos estén bienvenidos.
- Planificar actividades organizadas: Incorporar dinámicas que fomenten la interacción, pero que no generen competencias agresivas o momentos incómodos.
- Evitar temas controvertidos: Prohibir discusiones sobre política, religión u otros tópicos que puedan dividir o generar conflictos.
- Supervisar el desarrollo del evento: Designar a una persona o grupo encargado de monitorear que el evento fluya según lo planeado.
- Respetar los horarios establecidos: Asegurarse de que la posada comience y termine en el tiempo programado, evitando situaciones que puedan afectar la percepción profesional del evento.
- Promover el cierre con un mensaje positivo: Finalizar la posada agradeciendo a los asistentes y destacando el trabajo en equipo como el motor principal de los logros del año. Nada mejor que tener una cereza del pastel donde la gente pueda irse a sus casas sintiendo que pertenecen a un equipo unido y entregado.
Las posadas laborales son más que una celebración; son una excelente oportunidad para reforzar la cultura organizacional y fortalecer las relaciones internas. Seguir estas reglas no solo garantizará un evento exitoso, sino que también promoverá un ambiente de respeto y camaradería, dejando una huella positiva tanto en los asistentes como en la organización. Al final, una posada bien gestionada puede ser el punto de partida para un nuevo año lleno de retos y éxitos compartidos.
Por un 2025 de muchos éxitos, ¡hagamos que suceda!