A las 00:00 del 1 de junio las fotos de perfil de las marcas en redes sociales colocan un marco colorido. Miles de productos, desde pasteles hasta hamburguesas, presumen la bandera que caracteriza a la comunidad LGBTQ +. Sin embargo, aunque puede parecer una manera de apoyo a una comunidad que ha afrontado mucho, en realidad es un gesto que en muchas marcas y empresas puede resultar vacío, irrespetuoso y ejemplo del cada vez más repudiado pinkwashing.
El término pinkwashing nace en los 90. Cuando la organización Breast Cancer Action, en Estados Unidos, acuñó esta palabra para criticar la hipocresía e incongruencia de las marcas y empresas al tomar el color rosa para luchar contra el cáncer de mama mientras seguían manteniendo políticas pocas flexibles y hasta discriminatorias con las mujeres que sufrían de esta enfermedad al interior de las mismas organizaciones.
A partir de este momento, el término pinkwashing ha sido sinónimo de críticas y reclamos justos. Y actualmente acompaña las demandas de la comunidad LGBTQ+, quienes hartos de ser un ardid publicitario, piden acciones que de verdad abonen a poner un alto a la discriminación, el acoso y los actos de odio de los que son víctimas.
Este mes, antes de subirnos precipitadamente a una conmemoración tan importante, es preferible preguntarnos cómo no caer en el pinkwashing y cómo, desde nuestras trincheras como marcas y de forma personal, podemos hacer más que simplemente pegarnos una bandera multicolor. A continuación, unos tips que podrían ser de utilidad.
1. Escucha. – Este mes debe ser un espacio para reflexionar, antes de ponerte en el reflector y destacar los atributos de tu marca o empresa, es mejor darles la palabra a los miembros de la comunidad LGBTQ+ que se encuentren en tu compañía y preguntar sus inquietud, necesidades y conflictos que puedas resolver para garantizar un espacio de trabajo incluyente. Es importante saber cómo puedes sensibilizar a sus colegas ante sus problemáticas y entre todos retribuir a la comunidad con acciones. Sus voces serán la mejor guía para realmente convertirte en un aliado valioso.
2. Construye. – Antes de salir a comunicar las acciones que te convierten en un lugar incluyente y que se ocupa de la comunidad, vale la pena que te preguntes si en realidad hay algo que presumir. La igualdad en los espacios de trabajo, el salario justo y no discriminación no deberían ser acciones para resaltar, son las garantías mínimas de las que todas las personas deben gozar. Si estás decidido a convertirte en un aliado de la comunidad, las ONG cuentan con muchos programas en los que siempre es bienvenido el apoyo de las empresas. Recuerda que celebrar y apoyar a la comunidad LGBTQ+ puede hacerse más allá de junio.
3. Reconoce. – Permite que los miembros LGBTQ+ de tu empresa se organicen y creen espacios en los que puedan convivir y compartir sus diferencias, retos y necesidades. Estos pequeños comités pueden ser de gran ayuda para guiar a la empresa y convertirla en el lugar incluyente y diverso que debe ser. También podrían brindar apoyo para siempre tener una mirada que lleve a toda campaña o esfuerzo de tu compañía a ser de verdad incluyente.
4. Cuida. – Aplica políticas y reglamentos en el que todos tus empleados sepan que entran a un entorno con cero tolerancia ante la discriminación. A la par, es necesario aplicar auditorías y revisiones para detectar cualquier posible conflicto y resolverlo siempre de la mejor manera en apego a los derechos e integridad de todos. Es indispensable siempre tener los canales de comunicación abiertos y, sobre todo, mantener un ambiente de confianza para escuchar las inquietudes, en este caso, es bueno contar con el apoyo de agencias externas como ECB (Ethics Compliance Bureau), quienes pueden elaborar y ejecutar procesos de revisión y auditoría a programas de Compliance, buscando la mejora continua de una forma imparcial, objetiva y especializada, a través de una evaluación del nivel de implantación, la efectividad y el correcto funcionamiento del programa.
Junio debe ser un mes para reflexionar y preguntarnos cómo transitar por una sociedad más incluyente y segura y más que presumir, es una buena oportunidad para incentivar a otras empresas a crear espacios seguros y diversos dando el ejemplo y apoyando siempre las necesidades de la comunidad desde diferentes áreas. Nunca es tarde para corregir y reevaluar nuestro apoyo hacia una comunidad que merece más que sólo una bandera de colores colgada en la pared.